Desmesura

Finalmente se supo.

Clarín era peronista y conurbano.

Nuestro amigo Julio Blanck nos expresa en esta nota su profundo pesar por los “sapos” que debe tragarse Daniel Scioli, en su rol de “acompañante fiel del kirchnerismo”, mientras que tanto el gobernador como los más conspicuos intendentes del conurbano sólo intentan defender  “el poder que supieron construir” de las garras de la “izquierda ortodoxa” y la corriente del kirchnerismo “antiperonista” representados por el “ambicioso y escurridizo” Martín Sabbatella, apoyado por Cristina mediante una “cantinela progresista”, en pos de su "obsesión" por ganar en primera vuelta.

 “Scioli solamente puede esperar del kirchnerismo maltrato y desgaste” nos dice un Blanck compungido, preocupado por el " trabajo obsesivo de esmerilado de Scioli" y por la “manera virulenta con que el progresismo kirchnerista está tratando de hacerse espacio”, al tiempo que no se priva de señalar lo que dicen que dijo (para Julio Blanck) una fuente del conurbano: “ojo que esto puede terminar mal, en los barrios los muchachos se calientan fácil”.

Mientras Cristina, mediante la " acción del kirchnerismo de paladar negro contra la dirigencia peronista" apunta (para Julio Blanck) a desembarazarse “de los “aliados tácticos” que supo reclutar el pragmatismo de Néstor a puro látigo y chequera”, en pos de una incierta (para Julio Blanck) ruta que “no se sabe bien adónde terminará llevando”, el kirchnerismo despliega (para Julio Blanck) una “labor de comisariato político” incesante.

“La desmesura es intrínseca al estilo kirchnerista”, finaliza sentenciando Julio Blanck.

En fin. ¿Y por casa, cómo andamos?