*fragmento de un trabajo en elaboración.
La apropiación de tecnologías que varían la percepción y la utilización tanto del tiempo como del espacio se convierte en un elemento clave en la lucha social, ya que no sólo se suma sino que modifica cualitativamente las posibilidades de intervención y de difusión de las organizaciones sociales. Subirse a la red es entonces la posibilidad de utilizar las autopistas de la globalización para desarrollar un mensaje propio, de contenido contrahegemónico.
“Si el espacio, tal como lo concibe Foucault, es siempre un continente del poder social, entonces la reorganización del espacio es siempre una reorganización del marco de trabajo a través del cual se expresa el poder social”.(1)
Siguiendo esta idea, se puede pensar que hay un corrimiento, que va desde un esquema tradicional (barrial, local, regional) a un esquema virtual, cuyos límites espaciales y temporales son mucho más amplios y a la vez difusos: una acción propagandística, una performance, un video, subidos a la red tienen un alcance global y una duración indeterminada.
Al mismo tiempo hay una transformación de la acción política, que va circulando de lo gremial a lo partidario, de lo partidario a lo territorial y de allí a lo artístico, conservando a la vez algo de todo lo anterior. En esta transformación del campo de lucha, los movimientos sociales van adoptando nuevas herramientas, nuevos elementos y nuevas estrategias.
Notas:
(1) HARVEY David, La condición de la posmodernidad, Amorrortu, 1998
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